Protección para los enfermos de cáncer

Un activador de células T ofrece protección frente a coronavirus en pacientes inmunodeprimidos

28.08.2023 - Alemania
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Buenas noticias para los pacientes con inmunodeficiencia adquirida o congénita: Los resultados de un estudio clínico de fase II en el Hospital Universitario de Tubinga dirigido por la Prof. Dra. Juliane Walz y el Prof. Dr. Helmut Salih muestran una activación eficaz de las células T contra el coronavirus. Tras los resultados positivos obtenidos en voluntarios sanos en la fase I anterior, el activador de células T "CoVac-1" ha podido reproducir ahora por primera vez estos efectos en pacientes con cáncer. Los resultados se han publicado en la prestigiosa revista Nature communications.

Incluso tras el final de la pandemia de COVID-19, las infecciones víricas como el SARS-CoV-2 suponen una grave amenaza para los pacientes con sistemas inmunitarios debilitados. En este grupo se incluyen, en particular, los enfermos de cáncer que, debido a su propia enfermedad o a la terapia del tumor, son incapaces de montar una respuesta inmunitaria adecuada tras una infección natural o con las vacunas convencionales. Estos pacientes no suelen desarrollar anticuerpos contra la enfermedad vírica. Por este motivo, el equipo de Tubinga ha desarrollado una vacuna con el objetivo de proteger mejor a los pacientes inmunodeprimidos contra las enfermedades infecciosas. Esta vacuna activa específicamente las células T, que son otro componente importante de nuestro sistema inmunitario y desempeñan un papel decisivo en la defensa contra las enfermedades infecciosas.

Para ello, se utilizó el novedoso activador de células T CoVac-1, que en sí mismo se está desarrollando para la inmunoterapia del cáncer, uno de los principales focos de investigación de los inmunólogos de Tubinga. Ya en 2022, CoVac-1 se probó con éxito en voluntarios sanos y mostró una buena tolerabilidad con una muy buena estimulación inmunitaria, es decir, una activación muy fuerte de las células T.

Resultados del estudio de fase II

Un total de 54 pacientes fueron vacunados una vez como parte del estudio. La mayoría de los participantes en el estudio padecían cánceres de la sangre y mostraban un sistema inmunitario muy debilitado debido a la propia enfermedad o a la terapia tumoral. Los efectos secundarios fueron escasos o nulos. Sólo se registraron algunas molestias leves, como dolores de cabeza y fatiga. En todos los sujetos se produjo una induración local en el lugar de la vacunación. "Esta reacción local es esperada y deseada para nuestro activador de células T. Es una expresión de la formación de un depósito en el lugar de la vacunación, que impide la rápida degradación de la respuesta de las células T y permite así una respuesta inmunitaria duradera", explica el Dr. Jonas Heitmann, uno de los primeros autores del estudio.

El efecto duradero es especialmente notable. Así, incluso cuatro semanas después de la vacunación, se detectó una respuesta inmunitaria amplia y potente de las células T. En los estudios de seguimiento iniciales, la intensidad de estas respuestas inmunitarias se mantuvo inalterada. Incluso en pacientes gravemente inmunodeprimidos, las respuestas de células T activadas por CoVac-1 son significativamente más pronunciadas que en individuos recuperados tras una infección natural y también más potentes que la inmunidad de células T generada por vacunas de ARNm o vectoriales autorizadas.

Desarrollo, fabricación y ensayo internos de la vacuna

CoVac-1 se produce en el laboratorio de fármacos péptidos y en la denominada unidad GMP del Hospital Universitario y la Facultad de Medicina de Tubinga. También aquí se aprovechan la larga experiencia y los conocimientos en la producción de vacunas para pacientes con cáncer. La evaluación clínica del activador de células T se lleva a cabo en el KKE Translational Immunology, una instalación única en Alemania situada en el Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario. Se creó para probar conceptos innovadores de inmunoterapia lo antes posible en ensayos clínicos iniciales, de modo que los pacientes puedan beneficiarse cuanto antes de los nuevos hallazgos de la investigación. El estudio también se llevó a cabo bajo la dirección del Hospital Universitario de Tubinga en hospitales de Fráncfort del Meno y la Charité de Berlín.

Desarrollo ulterior de activadores de células T

A partir de estos alentadores resultados, el equipo ya está trabajando en el desarrollo de vacunas que utilicen activadores de células T contra otras numerosas enfermedades infecciosas que suponen una amenaza para los pacientes tumorales inmunodeprimidos. Además, este estudio también supone una importante contribución al desarrollo de vacunas terapéuticas para individuos afectados, que actualmente ya se están investigando en pacientes con diversos tumores sólidos y cánceres de la sangre.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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