Mejora la supervivencia del cáncer de mama con niveles de ejercicio moderado

Tres horas de marcha rápida a la semana ya son suficientes

17.02.2023 - Alemania

Los resultados de estudios anteriores sugieren que la actividad física se asocia a un menor riesgo de mortalidad tras el diagnóstico de cáncer de mama. Científicos del Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ) y de la Universidad de Harvard han demostrado ahora que este efecto positivo puede ser evidente incluso con niveles modestos de actividad. En su reciente estudio, unas tres horas de caminata enérgica a la semana fueron suficientes para asociarse con una reducción significativa de la mortalidad. Este estudio también descubrió que no depende de la cantidad de ejercicio que hiciera una mujer antes del diagnóstico de cáncer: Incluso un aumento moderado de la actividad física tras el diagnóstico se asoció a una reducción de la mortalidad de casi el 30%.

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Numerosos estudios internacionales han demostrado que la actividad física puede tener un efecto favorable en la evolución del cáncer, sobre todo en el cáncer de mama y el cáncer colorrectal. Sin embargo, aún faltan datos sobre cuánta actividad se necesita para influir favorablemente en el curso de la enfermedad, qué tipo de actividad tiene el efecto más beneficioso y si esto se aplica por igual a todos los pacientes con cáncer.

Un equipo de investigadores dirigido por Renée T. Fortner (DKFZ y Registro de Cáncer de Noruega) y Heather Eliassen (Harvard TH Chan School of Public Health y Brigham and Women's Hospital) ha investigado ahora estas relaciones utilizando datos del Nurses' Health Study. Este estudio, iniciado en 1976, junto con el Nurses' Health Study II, iniciado en 1989, es uno de los mayores estudios del mundo sobre factores de riesgo de enfermedad en mujeres. Casi 240.000 enfermeras de varios estados de EE.UU. participaron en estos dos estudios.

El equipo de investigación dirigido por Fortner y Eliassen identificó 13.371 casos de cáncer de mama invasivo entre las participantes en los Nurses' Health Studies. Durante hasta 30 años de seguimiento, 9308 de las mujeres afectadas facilitaron información sobre la duración y el tipo de sus actividades deportivas recreativas antes y después del diagnóstico de cáncer.

Para comparar los distintos tipos de actividad física, los epidemiólogos los convirtieron primero en la unidad de medida común de tareas metabólicas equivalentes por hora, o "MET/hora" para abreviar. 3 MET/hora corresponden aproximadamente al consumo de energía de una hora de marcha rápida.

El resultado del estudio: Cuanto más activas eran las mujeres tras el diagnóstico de cáncer de mama, más favorable era la evolución de su enfermedad. Incluso unos niveles de actividad equivalentes a unas tres horas de marcha rápida (unos 9 MET/hora) a la semana se asociaron a una reducción de la mortalidad global del 27 por ciento.

"Nuestro estudio sugiere que incluso niveles modestos de actividad tras un diagnóstico de cáncer de mama son potencialmente beneficiosos. Las mujeres no tienen por qué correr una maratón o ir a por todas al gimnasio", afirma Renée Fortner. "Estos resultados sugieren un beneficio potencial de entrenamientos relativamente moderados que muchas pueden incorporar a sus rutinas".

La asociación entre actividad y mortalidad fue especialmente pronunciada en el caso de los cánceres de mama comunes de "receptores positivos", cuyas células reaccionan a las hormonas sexuales femeninas. Este subtipo afecta a unas tres cuartas partes de las pacientes de cáncer de mama en el mundo occidental. La actividad física también tiene un efecto especialmente beneficioso en los cánceres de mama diagnosticados después de la menopausia.

Los investigadores también compararon los resultados con el índice de masa corporal de las participantes y descubrieron que los efectos beneficiosos de la actividad física no pueden explicarse únicamente por el peso corporal.

Fortner y Eliassen descubrieron otro aspecto alentador, al analizar los cambios en la actividad antes y después del diagnóstico. El resultado: incluso un aumento bastante modesto de 3 a 9 MET/h a la semana redujo la mortalidad global en torno a un 30%, independientemente de los niveles de actividad física previos al diagnóstico.

El resumen de los autores del estudio Fortner y Eliassen "El mejor consejo que podemos dar a las mujeres con cáncer de mama: ¡Activarse! Caminar o montar en bicicleta, bailar o hacer ejercicios de fuerza: cada mujer puede elegir lo que más le convenga y contribuir de forma importante a su propia salud."

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