Cómo afecta el exceso de tejido adiposo a nuestros vasos sanguíneos

Nuevos conocimientos sobre la salud vascular en la obesidad

30.06.2025

La obesidad desempeña un papel crucial en la gravedad del daño que sufren los vasos sanguíneos, y esto depende de dónde se acumule el exceso de grasa en el organismo. Este es el hallazgo de un equipo de investigación del Centro Alemán de Investigación Cardiovascular (DZHK) y el Centro Médico Universitario de Gotinga (UMG), que trabaja con colaboradores internacionales.

Copyright: Andreas Fischer & Sana Hasan, University Medical Centre Göttingen

La grasa abdominal, en particular, se considera peligrosa. Uno de los motivos es que la obesidad provoca una remodelación de los vasos sanguíneos que favorece la inflamación y los trastornos funcionales. La imagen muestra vasos sanguíneos dentro del tejido adiposo blanco.

Dirigidos por el Prof. Andreas Fischer, director del Departamento de Química Clínica del Centro Médico Universitario de Gotinga, y la Dra. Sana Hasan, científica del mismo departamento, los investigadores pudieron demostrar por primera vez que el llamado tejido adiposo blanco del abdomen y de debajo de la piel responde de forma diferente a la sobrealimentación. Esto provoca distintos grados de daño en los vasos sanguíneos, un proceso que puede causar inflamación, alteraciones del flujo sanguíneo y, en última instancia, enfermedades cardiovasculares.

No toda la grasa corporal es igual

El estudio añade una pieza importante al rompecabezas de por qué la grasa abdominal es especialmente perjudicial: en este tejido adiposo visceral, como se conoce en términos médicos, la obesidad desencadena una remodelación vascular que favorece la inflamación y la disfunción. En cambio, los investigadores hallaron un tipo especial de células vasculares en el tejido adiposo subcutáneo: células con diminutas "ventanas" conocidas como células endoteliales fenestradas. En un estado sano, estas células parecen favorecer la función tisular. Sin embargo, en la obesidad, se reducen considerablemente.

"Nuestros hallazgos demuestran que los cambios vasculares en la obesidad comienzan antes de lo que se pensaba, y que difieren considerablemente según la localización de la grasa", explica Fischer. "Esto sitúa a los propios vasos sanguíneos más en el centro de la investigación sobre la obesidad y las enfermedades metabólicas".

VEGFA: una molécula clave para la salud vascular

El equipo también identificó una importante molécula de señalización necesaria para mantener la estructura vascular en el tejido adiposo: VEGFA. Cuando los niveles de VEGFA descienden, por ejemplo debido a una dieta prolongada rica en grasas, los vasos sanguíneos empiezan a perder tanto su estructura como su función. "Este mecanismo no sólo se observa en ratones, sino también en el tejido adiposo humano", explica Fischer. "Abre nuevas estrategias para preservar o restaurar la salud vascular en la obesidad".

Investigación de la obesidad con un detalle sin precedentes

El estudio publicado combina análisis unicelulares de vanguardia con técnicas de imagen y experimentos genéticos, ofreciendo un nivel de detalle sin precedentes. "Estos resultados proporcionan una base valiosa para futuras terapias, como enfoques para mejorar específicamente la función de los vasos sanguíneos en el tejido adiposo y prevenir enfermedades secundarias como la diabetes o los infartos de miocardio", concluye Hasan, primer autor del estudio.

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