Combatir las infecciones fúngicas con metales

"Si explotamos todo el potencial de la tabla periódica, quizá podamos evitar un futuro en el que no tengamos ningún antibiótico eficaz ni agentes activos para prevenir y tratar las infecciones fúngicas"

27.09.2022 - Suiza

Una colaboración internacional dirigida por investigadores de la Universidad de Berna y la Universidad de Queensland (Australia) ha demostrado que los compuestos químicos que contienen metales especiales son muy eficaces para combatir las peligrosas infecciones fúngicas. Estos resultados podrían servir para desarrollar fármacos innovadores y eficaces contra las bacterias y los hongos resistentes.

© CO-ADD

El equipo de CO-ADD trabajando en el laboratorio.

Cada año, más de mil millones de personas contraen una infección por hongos. Aunque son inofensivas para la mayoría de las personas, más de 1,5 millones de pacientes mueren cada año como consecuencia de este tipo de infecciones. Mientras se detectan cada vez más cepas de hongos resistentes a uno o varios de los medicamentos disponibles, el desarrollo de nuevos fármacos se ha paralizado prácticamente en los últimos años. En la actualidad, sólo hay en marcha una docena de ensayos clínicos con nuevos agentes activos para el tratamiento de las infecciones fúngicas. "En comparación con los más de mil medicamentos contra el cáncer que se están probando actualmente en seres humanos, se trata de un número excepcionalmente pequeño", explica el Dr. Angelo Frei, del Departamento de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad de Berna, autor principal del estudio. Los resultados se han publicado en la revista JACS Au.

Impulsar la investigación de los antibióticos con el crowdsourcing

Para fomentar el desarrollo de agentes antifúngicos y antibacterianos, investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) han fundado la Comunidad para el Descubrimiento Abierto de Medicamentos Antimicrobianos, o CO-ADD. El ambicioso objetivo de la iniciativa es encontrar nuevos agentes activos antimicrobianos ofreciendo a los químicos de todo el mundo la oportunidad de probar cualquier compuesto químico contra bacterias y hongos sin coste alguno. Como explica Frei, el enfoque inicial de CO-ADD se ha centrado en las moléculas "orgánicas", que consisten principalmente en los elementos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y no contienen ningún metal.

Sin embargo, Frei, que intenta desarrollar nuevos antibióticos basados en metales con su grupo de investigación en la Universidad de Berna, ha descubierto que más de 1.000 de los más de 300.000 compuestos analizados por la CO-ADD contenían metales. "Para la mayoría de la gente, cuando se utiliza en relación con la palabra 'gente', la palabra metal desencadena una sensación de malestar. Está muy extendida la opinión de que los metales son fundamentalmente perjudiciales para nosotros. Sin embargo, esto sólo es cierto en parte. El factor decisivo es qué metal se utiliza y en qué forma", explica Frei, responsable de todos los compuestos metálicos de la base de datos CO-ADD.

Baja toxicidad demostrada

En su nuevo estudio, los investigadores centraron su atención en los compuestos metálicos que mostraban actividad contra las infecciones fúngicas. En este caso, se probaron 21 compuestos metálicos muy activos contra diversas cepas de hongos resistentes. Éstos contenían los metales cobalto, níquel, rodio, paladio, plata, europio, iridio, platino, molibdeno y oro. "Muchos de los compuestos metálicos demostraron una buena actividad contra todas las cepas de hongos y fueron hasta 30.000 veces más activos contra los hongos que contra las células humanas", explica Frei. Los compuestos más activos se probaron entonces en un organismo modelo, las larvas de la polilla de la cera. Los investigadores observaron que sólo uno de los once compuestos metálicos probados mostraba signos de toxicidad, mientras que los demás eran bien tolerados por las larvas. En el siguiente paso, se probaron algunos compuestos metálicos en un modelo de infección, y uno de ellos fue eficaz para reducir la infección fúngica en las larvas.

Potencial considerable para una amplia aplicación

Los compuestos metálicos no son nuevos en el mundo de la medicina: El cisplatino, por ejemplo, que contiene platino, es uno de los fármacos anticancerígenos más utilizados. A pesar de ello, queda mucho camino por recorrer antes de que puedan aprobarse nuevos medicamentos antimicrobianos que contengan metales. "Nuestra esperanza es que nuestro trabajo mejore la reputación de los metales en las aplicaciones médicas y motive a otros grupos de investigación a seguir explorando este amplio pero relativamente inexplorado campo", dice Frei. "Si explotamos todo el potencial de la tabla periódica, quizá podamos evitar un futuro en el que no tengamos ningún antibiótico eficaz ni agentes activos para prevenir y tratar las infecciones fúngicas".

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