La actividad física estimula la generación de nuevas células de músculo cardíaco en ratones envejecidos

La prevención de las enfermedades cardiovasculares en el punto de mira

11.08.2022 - Alemania

¿Puede la actividad física favorecer la generación de células del músculo cardíaco (cardiomiocitos) incluso en animales envejecidos? Investigadores del Hospital Universitario de Heidelberg (UKHD), junto con un equipo de colaboradores internacionales, demostraron efectos positivos en la formación de nuevas células de músculo cardíaco (cardiomiogénesis) en ratones envejecidos e investigaron los mecanismos celulares y moleculares subyacentes. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista "Circulation".

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El corazón de los mamíferos adultos tiene una capacidad muy limitada para generar nuevos cardiomiocitos. Con el envejecimiento, esta capacidad sigue disminuyendo, al tiempo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. La Dra. Carolin Lerchenmüller, jefa del grupo de investigación "Remodelación y Regeneración Cardíaca" del Departamento de Cardiología, Angiología y Neumología de la UKHD (Director Médico: Profesor Norbert Frey), y su equipo han encontrado pruebas de que la actividad física estimula la formación de nuevas células musculares cardíacas en ratones envejecidos.

"En trabajos anteriores, ya demostramos que el ejercicio regular estimula eficazmente la cardiomiogénesis en ratones jóvenes. Ahora hemos investigado el impacto de la actividad física en la cardiomiogénesis, así como los mecanismos celulares y moleculares de en ratones envejecidos", afirma el Dr. Lerchenmüller. Los ratones de 20 meses de edad se sometieron a un programa de ejercicios voluntarios de carrera en rueda de ocho semanas de duración. A continuación, el equipo estudió la generación de nuevas células de músculo cardíaco mediante una combinación de técnicas de imagen, histológicas y moleculares. Compararon los resultados con los de un grupo de control de ratones "sedentarios" de la misma edad, es decir, ratones a los que no se les proporcionó una rueda. Además, compararon los resultados con los de animales más jóvenes.

La prevención de las enfermedades cardiovasculares en el punto de mira

Los investigadores descubrieron que la tasa anual calculada de nuevas células de músculo cardíaco generadas en el grupo de ratones "ejercitados" era del 2,3%. En cambio, en el grupo de control "sedentario" no se generaron nuevas células de músculo cardíaco. Un estudio anterior con animales jóvenes ya había demostrado que los ratones tenían una tasa anual calculada del 7,5 por ciento de nuevas células de músculo cardíaco mediante el ejercicio, en comparación con el 1,63 por ciento en el correspondiente grupo de control "sedentario".

Para comprender mejor los mecanismos de la cardiomiogénesis, el equipo estudió los corazones mediante técnicas de análisis molecular. Encontraron similitudes, pero también diferencias, entre los corazones jóvenes y los envejecidos. El gen RCAN1.4, en particular, les llamó la atención. Se activó exclusivamente en los corazones de mayor edad por el programa de ejercicio.

"Ahora habrá que realizar más estudios para comprobar si los hallazgos pueden traducirse en nuevas formas de tratar y prevenir las enfermedades cardíacas en los seres humanos", explica el Dr. Lerchenmüller.

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