Un microbioma de esponja de cocina: Lo que no te mata, te hace más fuerte!

¿Es buena idea limpiar la esponja calentándola en el microondas?

20.05.2020 - Alemania

Durante la crisis de la corona, la higiene del hogar y de la cocina es particularmente importante ya que muchas personas están más en casa y cocinan para sí mismos más a menudo, pero al mismo tiempo son muy conscientes de la necesidad de protegerse de otras enfermedades infecciosas. Las esponjas de cocina son verdaderas propagadoras de gérmenes. Hay hasta 54 mil millones de bacterias en un centímetro cúbico de material de esponja. ¿Es una buena idea limpiar la esponja calentándola en el microondas? Generalmente se considera una buena idea tratar una esponja húmeda de esta manera, pero ¿puede recomendarse desde un punto de vista científico?

congerdesign, pixabay.com, CC0

Imagen simbólica

Bueno, hay buenas y malas noticias: "Hasta el 99,99999% de todas las bacterias esponjosas serán eliminadas en el horno de microondas. Sin embargo, las que sobrevivan volverán a crecer rápidamente. Hasta ahora se desconocía por completo si el tratamiento regular con microondas afectaba a la composición de la comunidad microbiana de una esponja de cocina y cómo lo hacía. Por eso fue nuestro punto de partida", explica el responsable del estudio, el Prof. Dr. Markus Egert, profesor de Microbiología e Higiene de la Universidad de Furtwangen. Los microorganismos son maestros en la adaptación a condiciones de vida extremas. La investigación se basó en los antecedentes científicos de que las medidas típicas de limpieza y desinfección que se toman en los hogares modernos podrían, a largo plazo, promover comunidades microbianas con propiedades que tienden a ser perjudiciales para los seres humanos.

Para el estudio, se distribuyeron 20 nuevas esponjas de cocina a los participantes en el estudio. Se pidió a diez participantes seleccionados al azar que pusieran la esponja, que había sido humedecida con agua para lavar, en el microondas al nivel más alto (800 - 1200 vatios) durante un minuto, dos o tres veces por semana. Después de cuatro semanas de uso normal en la cocina, se recogieron las esponjas y se realizó un análisis metagenómico. Esto implica examinar el material genético completo de una comunidad microbiana y contiene información, no sólo sobre los tipos de microbios presentes, sino también sobre sus posibles propiedades metabólicas.

"Nos sorprendieron totalmente todos los microorganismos que encontramos en las esponjas además de las bacterias: virus que atacan a las bacterias; archaea que producen el gas metano de efecto invernadero; hongos; y animales unicelulares como la ameba. Pero las bacterias eran, con mucho, los organismos más comunes", explicó el jefe del estudio, el Prof. Egert.

La composición de la comunidad bacteriana de las esponjas que se trataban regularmente en el microondas era significativamente diferente de la de las esponjas no tratadas. El número de especies era menor, pero la diversidad de la actividad metabólica potencial tendía a ser mayor. Así pues, las esponjas tratadas demostraron una mayor proporción de genes responsables de la síntesis de material de la cápsula y de la pared celular. "Esto puede interpretarse como un mecanismo de protección contra el estrés de las microondas. Con el tiempo, esto podría dar lugar al desarrollo de comunidades microbianas que son más difíciles de eliminar de la esponja. Un mayor número de genes que participan en el metabolismo del azufre podría apuntar a una mayor tendencia a producir malos olores", piensa Egert. "Pero se necesitan más estudios para probar esto". Hasta ahora no se han identificado diferencias en los genes de las bacterias que puedan estar relacionadas con el desencadenamiento de enfermedades humanas.

Entonces, ¿debes preocuparte por usar las esponjas en la cocina después de tratarlas en el microondas? Las esponjas no son, y nunca serán, la herramienta de limpieza ideal para las cocinas desde el punto de vista de la higiene. No hay problema en usarlas de nuevo después de meterlas en el microondas unas cuantas veces, pero es mejor reemplazarlas regularmente (cada semana o cada dos semanas) que seguir "zapping". En cambio, es mejor usarlos, hasta el final de sus "vidas", para trabajos domésticos donde los altos estándares de higiene no son tan importantes, como el trabajo de jardinería o la limpieza del coche.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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