El aire limpio protege a los niños de la hipertensión y los marcadores elevados de diabetes

"Nuestros estudios aportan importantes pruebas científicas de que el control de la contaminación atmosférica protege tanto el metabolismo como el sistema cardiovascular"

14.10.2025
AI-generated image

Imagen simbólica

Dos nuevos estudios del Instituto Leibniz de Investigación Preventiva y Epidemiología - BIPS de Bremen muestran por primera vez que la calidad del aire influye directamente en la presión arterial (prehipertensión e hipertensión) y en marcadores importantes del riesgo de diabetes en niños y adolescentes. Estos hallazgos fueron posibles gracias al uso de métodos de inferencia causal que permiten determinar los efectos de intervenciones hipotéticas.

Los estudios observacionales indican desde hace tiempo que el aire contaminado favorece los procesos inflamatorios en el organismo y deteriora el metabolismo de la glucosa y el sistema cardiovascular, lo que aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2 e hipertensión arterial. Sin embargo, las asociaciones observadas en estudios observacionales no son necesariamente causales. Los estudios controlados aleatorizados serían aparentemente el enfoque adecuado para proporcionar un sólido apoyo a la causalidad. En ellos, los individuos se asignan aleatoriamente a dos grupos que estarían expuestos a distintos niveles de contaminación atmosférica en condiciones definidas. En salud ambiental, sin embargo, este tipo de estudios son prácticamente imposibles de llevar a cabo: no sólo serían extremadamente caros y complejos desde el punto de vista logístico, sino sobre todo inaceptables desde el punto de vista ético.

Por eso, el equipo del BIPS dirigido por el Dr. Rajini Nagrani, jefe de la unidad de Epidemiología Molecular, y por la Dra. Maike Wolters, científica principal de la unidad de Comportamiento y Salud del BIPS, optó por un enfoque innovador. Basándose en la cohorte IDEFICS/I.Family, uno de los mayores estudios europeos sobre la salud y el estilo de vida de los niños, utilizaron intervenciones hipotéticas para simular el efecto de la mejora de la calidad del aire.

"En nuestro estudio, seguimos un principio denominado 'emulación de ensayo objetivo'. En primer lugar, especificamos un ensayo aleatorio ideal que pudiera responder a nuestra pregunta de investigación de interés. En un segundo paso, emulamos este ensayo ideal en la medida de lo posible basándonos en datos observacionales de una gran cohorte de niños. Este enfoque nos permite estimar el posible efecto causal sin exponer realmente a los niños al riesgo", explica la Dra. Claudia Börnhorst, estadística del BIPS.

Los resultados son claros: la reducción de los niveles de los contaminantes atmosféricos carbono negro y partículas (PM2,5) mejora el metabolismo de la insulina y la glucosa y reduce el riesgo de desarrollar hipertensión arterial en niños y adolescentes. Así pues, los estudios aportan pruebas fehacientes de la existencia de una relación causal directa entre la contaminación atmosférica y los trastornos del metabolismo del azúcar y la hipertensión arterial en la infancia. También aportan nuevos argumentos a favor de la adopción de medidas para mejorar la calidad del aire, entre otras cosas para prevenir la diabetes y la hipertensión.

En la mayoría de las regiones europeas, los niveles de contaminación atmosférica superan los valores límite recomendados por la OMS. Los estudios de BIPS demuestran que alcanzar los objetivos de la OMS para las PM2,5 reduciría sustancialmente el riesgo de hipertensión y de elevación de los marcadores de diabetes en los niños. Dado que las directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire para 2021 no incluyen límites para el carbono negro debido a la falta de datos, los resultados amplían la base de pruebas para establecer límites de carbono negro mediante la evaluación de límites hipotéticos de carbono negro y la estimación de sus posibles beneficios para la salud de los niños.

La cohorte IDEFICS/I.Family como base científica

El estudio IDEFICS y su ampliación, el estudio I.Family, se encuentran entre los estudios europeos más completos sobre salud infantil. Entre 2007 y 2014, 16.230 niños de entre dos y diez años fueron examinados repetidamente en ocho países europeos. Se registraron la nutrición, la actividad física, mediciones corporales como la presión arterial y muestras de sangre y orina en condiciones estandarizadas. Para el análisis actual, el equipo de BIPS utilizó datos longitudinales de las encuestas IDEFICS/I.Family para comprender mejor los vínculos entre los factores ambientales y los marcadores biológicos en la infancia.

"Nuestros estudios aportan importantes pruebas científicas de que el control de la contaminación atmosférica protege tanto el metabolismo como el sistema cardiovascular. Un medio ambiente limpio es, por tanto, un factor clave en la prevención a largo plazo de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión", afirmó Rajini Nagrani. "Esperamos que los responsables políticos se sientan motivados por nuestros resultados para garantizar el cumplimiento de los niveles recomendados de contaminantes atmosféricos", añadió Maike Wolters.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

Publicación original

Más noticias del departamento ciencias

Noticias más leídas

Más noticias de nuestros otros portales