Ciertos alimentos y bebidas procesados se relacionan con el deterioro de la salud cerebral
Los resultados ofrecen una importante llamada de atención a las personas que desean mantener su cerebro ágil a medida que envejecen
Quizás quieras pensarlo dos veces antes de comer un bocadillo de carne o beber un refresco. Con el tiempo podrían alterar tu salud cerebral.
Dos investigadores de Virginia Tech descubrieron que el consumo de carnes procesadas y bebidas azucaradas, en comparación con el resto de alimentos ultraprocesados, está relacionado con problemas cognitivos y de memoria.
Sus hallazgos, que hicieron un seguimiento de los residentes estadounidenses de 55 años o más durante siete años y se basaron en un conjunto de datos del Estudio Nacional de Salud y Jubilación, se publicaron en el American Journal of Clinical Nutrition. El estudio comenzó en 2013 y analizó al mismo grupo de personas cada dos años hasta 2020. La investigación fue financiada por una subvención de los Institutos Nacionales de Salud.
Se sabe que los alimentos ultraprocesados, es decir, los que contienen una gran cantidad de aditivos, conservantes e ingredientes artificiales, son perjudiciales para la salud humana de diversas maneras. Pero Ben Katz, profesor asociado de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia, y Brenda Davy, profesora de Nutrición Humana, Alimentación y Ejercicio, se propusieron explorar cuáles de estos alimentos podrían estar asociados con un mayor riesgo de alterar la salud cerebral de una persona.
Al final del periodo de estudio, descubrieron un aumento del 17% en los problemas cognitivos entre las personas que consumían al menos una ración de carne ultraprocesada al día. Y por cada ración de refresco consumida, aumentaba un 6 por ciento el deterioro cognitivo.
Los participantes fueron evaluados en función de sus respuestas a preguntas que ponían a prueba la memoria, como el recuerdo inmediato y retardado. Las pruebas, basadas en determinadas medidas de cognición global, también incluían contar números al revés o restar varias veces seguidas. Estas pruebas revelan distintos niveles de función cognitiva, desde el deterioro leve, incluidas las personas que se encuentran en una fase previa a la demencia, hasta las que presentan deterioros más graves.
Según Katz, investigador principal del estudio y director del laboratorio de envejecimiento cognitivo y ciencia traslacional de Virginia Tech, este tipo de evaluaciones son habituales cuando se evalúa la salud cerebral.
"Todo esto es buscar su riesgo de algo", dijo. "Nadie quiere tener un mayor riesgo de padecer demencia o Alzheimer". Los resultados sugieren una importante llamada de atención para las personas que quieren mantener su cerebro agudo a medida que envejecen.
"Es importante entender cuándo y por qué la gente tiene etapas tempranas de deterioro cognitivo", dijo Katz. "Los médicos deberían poder llevar esto a sus pacientes y decirles que esas elecciones dietéticas importan".
Las categorías específicas de alimentos ultraprocesados que afectaban a la salud cerebral sorprendieron a Katz y Davy.
Después de todo, éste es uno de los primeros estudios que desglosa diferentes categorías de alimentos ultraprocesados y evalúa su impacto específico en la salud cerebral.
"Puede que algunos de ellos sigan siendo perjudiciales para la salud cardiovascular, pero cuando observamos su impacto en la cognición, parece que gran parte de este problema se debe a un par de estas categorías, que a menudo constituyen una parte sustancial de nuestra dieta", afirma Katz.
Los resultados del estudio sugieren que es más importante que nunca prestar atención a lo que se come, leer las etiquetas y tomar precauciones sencillas, afirma Davy. Por ejemplo, hay algunos fiambres que son más sanos y no están ultraprocesados, por lo que los consumidores deberían optar por ellos.
Davy también sugiere que la gente cocine las comidas en casa en la medida de lo posible y elija el agua en lugar de las bebidas azucaradas.
"Hay cosas que se pueden cambiar", afirma. "Se trata de moderación y de ser razonable y equilibrado en las elecciones dietéticas".
Ambos investigadores continúan su trabajo en torno a los alimentos ultraprocesados y la cognición. Actualmente se están revisando los resultados de un estudio sobre adultos jóvenes y alimentos ultraprocesados.
Con futuras subvenciones, les gustaría enseñar técnicas culinarias y patrones dietéticos saludables a individuos con el objetivo de evaluar cómo el desarrollo de habilidades culinarias mejora lo que la gente come y cómo puede afectar a la función cerebral.
Según Davy, uno de los principales motivos por los que los alimentos ultraprocesados resultan tan atractivos es su comodidad para las personas ocupadas, sobre todo si disponen de poco tiempo y no saben cocinar.
Por eso, ofrecer clases de cocina podría ser la clave para tomar mejores decisiones alimentarias.
"Una cosa es seguir una dieta y otra darles los conocimientos culinarios necesarios para prepararla", afirma Katz.
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