Científicos identifican variantes genéticas raras que multiplican por 6 el riesgo de obesidad

Variantes genéticas revelan un nuevo mecanismo biológico que regula el control del apetito

10.04.2024
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Un estudio dirigido por investigadores del Medical Research Council (MRC) ha identificado variantes genéticas en dos genes que tienen uno de los mayores efectos sobre el riesgo de obesidad descubiertos hasta la fecha.

El descubrimiento de variantes raras en los genes BSN y APBA1 son algunos de los primeros genes relacionados con la obesidad identificados para los que el aumento del riesgo de obesidad no se observa hasta la edad adulta.

El estudio, publicado en Nature Genetics, fue dirigido por investigadores de la Unidad de Epidemiología del MRC y de la Unidad de Enfermedades Metabólicas del MRC en el Instituto de Ciencias Metabólicas, ambos con sede en la Universidad de Cambridge.

Los investigadores utilizaron el Biobanco del Reino Unido y otros datos para realizar la secuenciación del exoma completo del índice de masa corporal (IMC) en más de 500.000 individuos.

Descubrieron que las variantes genéticas en el gen BSN, también conocido como Bassoon, pueden aumentar hasta seis veces el riesgo de obesidad y también se asociaron a un mayor riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico y de diabetes de tipo 2.

Se descubrió que las variantes del gen Fagot afectan a 1 de cada 6.500 adultos, por lo que podrían afectar a unas 10.000 personas en el Reino Unido.

El papel del cerebro en la obesidad

La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública, ya que constituye un importante factor de riesgo de otras enfermedades graves, como las cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. Sin embargo, no se conocen del todo las razones genéticas por las que algunas personas son más propensas a engordar.

Investigaciones anteriores han identificado varias variantes genéticas asociadas a la obesidad que confieren grandes efectos desde la infancia, actuando a través de la vía leptina-melanocortina en el cerebro, que desempeña un papel clave en la regulación del apetito.

Sin embargo, aunque tanto BSN como APBA1 codifican proteínas que se encuentran en el cerebro, actualmente no se sabe si están implicadas en la vía leptina-melanocortina. Además, a diferencia de los genes de la obesidad previamente identificados, las variantes en BSN y APBA1 no están asociadas con la obesidad infantil.

Esto ha llevado a los investigadores a creer que pueden haber descubierto un nuevo mecanismo biológico de la obesidad, diferente de los que ya conocemos para las variantes genéticas de la obesidad previamente identificadas.

Basándose en investigaciones publicadas y en estudios de laboratorio de los que informan en este trabajo, que indican que BSN y APBA1 desempeñan un papel en la transmisión de señales entre células cerebrales, los investigadores sugieren que la neurodegeneración relacionada con la edad podría estar afectando al control del apetito.

El profesor John Perry, autor del estudio e investigador del MRC en la Universidad de Cambridge, ha declarado: "Estos hallazgos representan otro ejemplo del poder de los estudios genéticos de poblaciones humanas a gran escala para mejorar nuestra comprensión de las bases biológicas de las enfermedades. Las variantes genéticas que identificamos en el BSN confieren algunos de los mayores efectos sobre la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la enfermedad del hígado graso observados hasta la fecha y ponen de relieve un nuevo mecanismo biológico que regula el control del apetito".

El uso de datos globales

La accesibilidad de bases de datos a gran escala como el Biobanco del Reino Unido ha permitido a los investigadores buscar variantes genéticas raras que pueden ser responsables de afecciones como la obesidad.

En este estudio, los investigadores colaboraron estrechamente con AstraZeneca para replicar sus hallazgos en cohortes existentes utilizando datos genéticos de individuos de Pakistán y México. Esto es importante, ya que ahora los investigadores pueden aplicar sus hallazgos más allá de los individuos de ascendencia europea.

Si los investigadores logran comprender mejor la biología neuronal de la obesidad, podrían encontrar más dianas farmacológicas para tratarla en el futuro.

En palabras del Dr. Slavé Petrovski, Vicepresidente del Centro de Investigación Genómica de AstraZeneca: "Estudios rigurosos a gran escala como éste están acelerando el ritmo al que descubrimos nuevos conocimientos sobre la biología de las enfermedades humanas. Mediante la colaboración entre el mundo académico y la industria, el aprovechamiento de conjuntos de datos globales para la validación, y la incorporación de un enfoque genómico a la medicina más amplia, vamos a seguir mejorando nuestra comprensión de la enfermedad - en beneficio de los pacientes."

Próximos pasos de la investigación

El profesor Giles Yeo, autor del estudio en la Unidad de Enfermedades Metabólicas del MRC, añadió: "Hemos identificado dos genes con variantes que tienen el impacto más profundo en el riesgo de obesidad a nivel poblacional que jamás hayamos visto, pero quizá lo más importante es que la variación en Fagot está vinculada a la obesidad de inicio en la edad adulta y no en la infancia. Así pues, estos hallazgos nos proporcionan una nueva apreciación de la relación entre genética, neurodesarrollo y obesidad".

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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