Oler lágrimas de mujer reduce el comportamiento agresivo de los hombres

La exposición a las lágrimas redujo el comportamiento vengativo y la actividad cerebral relacionada con la agresión

08.01.2024

Una nueva investigación, publicadael 21 de diciembre en la revista de acceso abierto en PLOS Biology, muestra que las lágrimas de las mujeres contienen sustancias químicas que bloquean la agresión en los hombres. El estudio dirigido por Shani Agron en el Instituto Weizmann de Ciencia, Israel, encuentra que oler lágrimas conduce a la reducción de la actividad cerebral relacionada con la agresión, lo que resulta es un comportamiento menos agresivo.

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Se sabe que los roedores bloquean la agresividad masculina cuando huelen lágrimas femeninas. Se trata de un ejemplo de quimoseñalización social, un proceso común en animales pero menos común -o menos comprendido- en humanos. Para determinar si las lágrimas tienen el mismo efecto en las personas, los investigadores expusieron a un grupo de hombres a lágrimas emocionales de mujer o a solución salina mientras jugaban a un juego para dos personas. El juego estaba diseñado para provocar un comportamiento agresivo contra el otro jugador, que los hombres creían que estaba haciendo trampas. Cuando tenían la oportunidad, los hombres podían vengarse del otro jugador haciéndole perder dinero. Los hombres no sabían lo que estaban esnifando y no podían distinguir entre las lágrimas y la solución salina, ambas inodoras.

El comportamiento agresivo de búsqueda de venganza durante el juego se redujo en más de un 40% después de que los hombres esnifaran las lágrimas emocionales de las mujeres. Cuando se repitió el estudio en un escáner de resonancia magnética, las imágenes funcionales mostraron que dos regiones cerebrales relacionadas con la agresión -el córtex prefrontal y la ínsula anterior- se activaban más cuando los hombres eran provocados durante el juego, pero no se activaban tanto en las mismas situaciones cuando los hombres esnifaban las lágrimas. Individualmente, cuanto mayor era la diferencia en esta actividad cerebral, menor era la frecuencia con la que el jugador se vengaba durante el juego. Encontrar este vínculo entre las lágrimas, la actividad cerebral y el comportamiento agresivo implica que la quimoseñalización social es un factor de la agresividad humana, no una simple curiosidad animal.

Los autores añaden: "Descubrimos que, al igual que en los ratones, las lágrimas humanas contienen una señal química que bloquea la agresión masculina conespecífica. Esto va en contra de la idea de que las lágrimas emocionales son exclusivamente humanas".

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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