Microbioma nasal único

27.10.2023
Michael Pelzer / Universität Tübingen

Comunidad microbiana del cuerpo humano. Grupos de estafilococos en las secreciones y otros microbios de la piel. Representación ejemplar

Un estudio muestra diferencias individuales en la respuesta inmunitaria de la nariz. Investigadores de la Universidad de Tubinga aportan nuevos conocimientos sobre la respuesta específica de anticuerpos de la inmunoglobulina A del propio organismo. Los resultados ayudan a comprender mejor la respuesta inmunitaria del propio organismo.

© Leon Kokkoliadis / Universität Tübingen.

El anticuerpo secretor inmunoglobulina A (sIgA), que se encuentra de forma natural en los fluidos corporales del cuerpo humano. En el estudio se investigó su reactividad con bacterias del microbioma nasal. Representación ejemplar de sIgA 6LX3 El anticuerpo secretor inmunoglobulina A (sIgA), que se encuentra de forma natural en los fluidos corporales del cuerpo humano. En el estudio se investigó su reactividad con bacterias del microbioma nasal. Representación ejemplar de sIgA 6LX3

Un reciente estudio publicado en la revista Microbiome arroja nueva luz sobre la compleja interacción entre el sistema inmunitario humano y los microorganismos que colonizan nuestra nariz. Las respuestas inmunitarias locales en la nariz son muy probablemente un factor decisivo para las infecciones causadas por patógenos respiratorios. Sin embargo, esta parte del sistema inmunitario ha permanecido en gran medida inexplorada. El estudio se centra ahora en el anticuerpo propio del organismo inmunoglobulina A secretora, o sIgA para abreviar. Este anticuerpo es crucial para la respuesta inmunitaria del organismo, ya que participa activamente en la neutralización de patógenos. La sIgA abunda en nuestras secreciones nasales, saliva, sudor, líquido intestinal, lágrimas y leche materna.

Grandes diferencias individuales en la respuesta inmunitaria

El estudio pudo demostrar que las cantidades de IgA en distintas personas pueden diferir en más de cien veces. Para muchas bacterias, la puntuación de IgA, que mide la reactividad del anticuerpo a un tipo concreto de bacteria, también era muy variable. Algunas personas mostraron una clara respuesta IgA a determinados microorganismos, mientras que otras no. Esto sugiere que la mucosa nasal de cada individuo reacciona de forma diferente a los microbios de su entorno, lo que podría explicar las diferentes susceptibilidades a la infección.
Los investigadores del Cluster of Excellence "Controlling Microbes to Fight Infections" (CMFI) de la Universidad de Tubinga han observado una respuesta altamente individualizada de la sIgA a los microbios que viven en la nariz humana. La fuerza de la respuesta inmunitaria puede depender de la genética, el sistema inmunitario y las condiciones locales del huésped. Este descubrimiento subraya la naturaleza única de la respuesta inmunitaria humana.

Regular el microbioma nasal para combatir las infecciones

Uno de los objetivos del estudio era observar cómo interactúan la sIgA y la bacteria Staphylococcus aureus. S. aureus es una bacteria que se encuentra de forma natural en la nariz de muchas personas e inicialmente es inofensiva. Sin embargo, S. aureus puede convertirse en una variante patógena y causar infecciones. En concreto, se investigó la reacción de la variante MRSA resistente a los antibióticos, conocida como germen hospitalario y temida por causar infecciones peligrosas y difíciles de tratar. Curiosamente, sIgA parece tener una interacción específica con una proteína llamada SpA, que se encuentra en la superficie de S. aureus. Esto sugiere la posibilidad de nuevos enfoques terapéuticos en los que esta interacción podría manipularse para mejorar la respuesta inmunitaria o neutralizar la bacteria patógena con mayor eficacia.

"Estamos empezando a comprender cada vez mejor los procesos de nuestros microbiomas. Las interacciones del anticuerpo sIgA con el microbioma nasal nos muestran de forma impresionante cómo estos sistemas microbianos se regulan a sí mismos, y podrían regularse. Tenemos aquí un enorme potencial para futuros métodos de tratamiento", afirma Rob van Dalen, investigador postdoctoral del Cluster of Excellence CMFI y primer autor del estudio.

Se analizaron hisopos nasales de unas 50 personas sanas. Se demostró que la cantidad de sIgA en la mucosa nasal influye directamente en el número de bacterias que viven en ella. Las personas con niveles más altos de sIgA parecen estar colonizadas por menos bacterias, lo que sugiere que este anticuerpo desempeña un papel en la regulación de la población microbiana y, por tanto, también impide el crecimiento de bacterias nocivas. sIgA podría servir para nuevos tratamientos.

Pero aunque los resultados son prometedores, podría pasar mucho tiempo antes de que se desarrollen nuevos métodos terapéuticos.

"A menudo hablamos de 'bench to bedside', es decir, de trasladar a la clínica los resultados de la investigación obtenidos en la mesa del laboratorio. Pero a menudo hay que recorrer un largo camino antes de que esta traslación tenga éxito. Necesitamos los inversores y socios adecuados que estén dispuestos a recorrer este camino con nosotros", afirma el director del estudio, Andreas Peschel, catedrático de Microbiología de la Universidad de Tubinga y portavoz del clúster de excelencia CMFI.

Los resultados de la investigación que ahora se presentan amplían la comprensión de cómo el sistema inmunitario y el microbioma trabajan juntos para mantener la salud humana.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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