El estrés térmico breve puede ser beneficioso para la salud

El Dr. Wenjing Qi, biólogo de la Universidad de Friburgo, ha descubierto un efecto genético a largo plazo en los nematodos que influye en la respuesta del organismo al estrés.

02.08.2023 - Alemania

El estrés térmico no siempre es perjudicial. "Depende de la dosis. Breves episodios de estrés térmico pueden incluso tener aspectos positivos, como una visita a la sauna", afirma el Dr. Wenjing Qi, jefe de grupo de la Cátedra de Bioinformática y Genética Molecular de la Universidad de Friburgo. El hecho de que tensiones que en realidad son perjudiciales para el organismo puedan tener beneficios para la salud en pequeñas dosis es bien conocido y se conoce como hormesis. Qi y su equipo han descubierto ahora un efecto genético a largo plazo en nematodos que podría ayudar a responder cómo la hormesis aumenta la tolerancia del cuerpo al estrés a largo plazo.

Los organismos reaccionan al calor con una respuesta al estrés térmico controlada por el factor de transcripción HSF1. Para ahorrar recursos, HSF1, y por tanto la respuesta al estrés, sólo se activan cuando hay estrés térmico. Hasta ahora, seguía siendo un misterio cómo se producían los efectos a largo plazo tras breves periodos de estrés. Qi y su equipo han expuesto ahora a nematodos(Caenorhabditis elegans) a uno o varios estímulos térmicos recurrentes y han podido demostrar cómo la enzima ENDU-2 desencadena un cambio adicional en la expresión génica tras el periodo de estrés. A diferencia de HSF1, que como interruptor génico se acopla directamente al ADN del material genético, ENDU-2 controla su función mediante el contacto con el ARN mensajero, también conocido como ARNm. Esta copia de la información genética sirve de paso intermedio crucial en la producción de proteínas. Estos ARNm pueden ser protegidos o degradados por ENDU-2 según sea necesario.

Lo que hace especial a la recién descubierta ENDU-2, activada por el calor, es que, además de unirse a los ARN mensajeros, también se asocia a la cromatina, el material genético del ADN empaquetado, y puede así influir indirectamente en la activación de los genes. La hipótesis de los investigadores es que ENDU-2 ayuda a aflojar el empaquetamiento de aquellos genes que, tras un estrés térmico, necesitan expresarse para una protección a largo plazo.

El funcionamiento exacto de este mecanismo en otros organismos, así como en los seres humanos, requiere más investigación. Y, por supuesto, un estrés térmico grave o prolongado puede seguir teniendo efectos perjudiciales en el organismo. Pero los mecanismos de hormesis recién descubiertos también muestran cómo un organismo puede responder y adaptarse, al menos hasta cierto punto. "El estímulo térmico a corto plazo activa ciertos mecanismos de reparación que funcionan mejor a largo plazo", explica Qi. "El cuerpo aprende a afrontar mejor el estrés".

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