El eslabón perdido en el salto del coronavirus de los murciélagos a los humanos podrían ser los pangolines, no las serpientes

31.03.2020 - Estados Unidos

Mientras los científicos se esfuerzan por aprender más sobre el coronavirus del SARS-CoV-2, dos estudios recientes del genoma del virus llegaron a conclusiones controvertidas: a saber, que las serpientes son huéspedes intermedios del nuevo virus, y que una proteína clave del coronavirus comparte "similitudes asombrosas" con una proteína del VIH-1. Ahora, un estudio en el Journal of Proteome Research de la ACS refuta ambas ideas y sugiere que los animales escamosos, parecidos a los osos hormigueros, llamados pangolines, son el eslabón perdido para la transmisión del SARS-CoV-2 entre los murciélagos y los humanos.

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Entender de dónde vino el SARS-CoV-2, el virus que causó la pandemia COVID-19, y cómo se propaga es importante para su control y tratamiento. La mayoría de los expertos coinciden en que los murciélagos son un reservorio natural del SARS-CoV-2, pero se necesitaba un huésped intermedio para que pasara de los murciélagos a los humanos. Un estudio reciente que analizó el genoma del nuevo virus sugirió a las serpientes como este huésped, a pesar de que se sabe que los coronavirus sólo infectan a los mamíferos y a las aves. Mientras tanto, un estudio no relacionado comparó la secuencia de la proteína de la espiga -una proteína clave responsable de llevar el virus a las células de los mamíferos- del nuevo coronavirus con la del VIH-1, señalando similitudes inesperadas. Aunque los autores retiraron este manuscrito preimpreso después de la crítica científica, generó rumores y teorías de conspiración de que el nuevo coronavirus podría haber sido diseñado en un laboratorio. Yang Zhang y sus colegas querían llevar a cabo un análisis más cuidadoso y completo del ADN del SARS-CoV-2 y de las secuencias de proteínas para resolver estos problemas.

En comparación con los estudios anteriores, los investigadores utilizaron conjuntos de datos más grandes y métodos bioinformáticos y bases de datos más nuevos y precisos para analizar el genoma del SARS-CoV-2. Descubrieron que, en contraste con la afirmación de que cuatro regiones de la proteína de punta se compartían de manera única entre el SARS-CoV-2 y el VIH-1, los cuatro segmentos de secuencia podían encontrarse en otros virus, incluido el coronavirus de los murciélagos. Después de descubrir un error en el análisis que sugería que las serpientes eran un huésped intermedio, el equipo buscó en las secuencias de ADN y proteínas aisladas de los tejidos de pangolín otras similares al SARS-CoV-2. Los investigadores identificaron secuencias de proteínas en los pulmones de los animales enfermos que eran 91% idénticas a las proteínas del virus humano. Además, el dominio de unión al receptor de la proteína de la espiga del coronavirus de pangolín tenía sólo cinco diferencias de aminoácidos del SARS-CoV-2, en comparación con 19 diferencias entre las proteínas del virus humano y del murciélago. Esta evidencia apunta a que el pangolín es el huésped intermedio más probable para el nuevo coronavirus, pero otros huéspedes intermedios podrían ser posibles, dicen los investigadores.

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