De la cerveza a las grasas útiles y los medicamentos
El grano usado en la fabricación de cerveza puede utilizarse para fabricar microcápsulas que preserven los aceites omega-3 y los medicamentos
Los residuos que quedan cuando una fábrica de cerveza elabora cerveza o whisky se denominan granos usados o granos usados de cervecería (BSG). El grano usado está disponible en grandes cantidades y está lleno de proteínas y aminoácidos que deberían poder utilizarse. En la práctica, sin embargo, el grano usado se utiliza sobre todo como aditivo en la alimentación animal, a menos que simplemente se tire.
Ahora, un investigador del Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos de la NTNU ha encontrado una forma de utilizar el grano usado. "Se trata de una valiosa fuente de proteínas con excelentes propiedades. Por eso cada vez hay más gente interesada en utilizar el grano usado como alternativa a la proteína animal", explica Toktam Farjami, que cursa su doctorado en Ciencia de los Alimentos en la NTNU. Farjami ha estudiado distintas posibilidades de uso de la materia prima por parte de la industria.
Apta para hacer cápsulas
"Las proteínas del grano usado repelen el agua. Al mismo tiempo, actúan como emulsionantes y ayudan a mezclar sustancias que no necesariamente quieren mezclarse. Las proteínas también pueden utilizarse para crear una película protectora", explica. Esto convierte al grano usado en un buen candidato para una tarea muy especial.
"Las proteínas del grano usado son prometedoras para fabricar las paredes de microcápsulas de aceite de pescado y otros productos alimenticios que contengan ácidos grasos omega-3", afirma Farjami.
Experimentar a nivel molecular
Pero no se trata sólo de fabricar microcápsulas. Estas microcápsulas deben ser estables durante mucho tiempo. "Para evitar la oxidación y preservar los efectos saludables del aceite de pescado, es crucial que fabriquemos cápsulas eficaces y duraderas", afirma.
El suyo es el primer estudio que estudia las posibilidades de utilizar las proteínas del grano usado exactamente para este fin. Ella y sus colegas han estudiado las proteínas a nivel molecular para conocerlas en detalle.
Elaboraron concentrados proteínicos a partir del grano usado mediante un método de extracción alcalina. Al mismo tiempo, investigaron el efecto de distintos agentes precipitantes y del calentamiento suave sobre la composición, la encapsulación y otros aspectos de los concentrados.
Puede aumentar el valor del grano usado
"Descubrimos que nuestros concentrados de proteínas tenían propiedades excelentes para fabricar microcápsulas", afirma Farjami.
Estas propiedades mejoraron cuando sustituyeron el ácido clorhídrico por ácido cítrico en el proceso de extracción de las proteínas, y al mismo tiempo ajustaron la acidez.
"Vemos que las microcápsulas pueden conservar el aceite de pescado para que sea tan fino como el aceite fresco incluso, después de almacenar las microcápsulas durante 15 días a 40 grados", dijo.
Las microcápsulas de este tipo también pueden utilizarse para almacenar medicamentos. La industria cosmética también puede beneficiarse de ellas.
Estos prometedores resultados sugieren que el grano usado puede convertirse en un valioso producto que reduzca el desperdicio de alimentos, contribuya a una dieta más sana y muchas otras cosas útiles.Es una alternativa mucho mejor que tirarlo.
Necesidad de aprovechar mejor los recursos
"En el futuro, debemos hacer un uso mucho mejor de nuestros recursos que el que hacemos hoy. Esto requiere no sólo investigación tecnológica, sino también conocimiento de las materias primas, el potencial del mercado y el comportamiento de los consumidores. Por eso son tan importantes investigaciones como ésta", afirma la profesora Eva Falch, supervisora de Farjami.
Falch afirma que muchos subproductos de la producción alimentaria no se utilizan actualmente, tanto en la industria del marisco como en el sector de las bebidas. Según ella, es crucial que la sociedad desarrolle métodos para utilizar hasta el último trozo de la materia prima empleada en la producción de alimentos. La investigación de Toktam muestra cómo los flujos residuales pueden tener un nuevo valor en una bioeconomía circular.
"Lo más interesante es cómo un flujo residual de una industria -la cervecera- puede convertirse en un ingrediente funcional de otra. Este es el tipo de innovaciones interdisciplinarias que necesitamos para construir los sistemas alimentarios sostenibles del futuro", afirmó Falch.
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