Nuevas esperanzas en la lucha contra el VRS

Los investigadores descubren un prometedor candidato a fármaco

13.02.2024

El virus respiratorio sincitial (VRS) provoca infecciones graves de las vías respiratorias bajas, sobre todo en niños pequeños. Hasta la fecha, no existe ni una terapia antivírica contra el virus ni una vacuna para niños. Por ello, investigadores dirigidos por Thomas Pietschmann en TWINCORE, institución conjunta de la Facultad de Medicina de Hannover (MHH) y el Centro Helmholtz de Investigación de Infecciones (HZI) de Braunschweig, buscan nuevas sustancias activas contra el VSR. En un estudio a gran escala, han identificado el lonafarnib como un candidato prometedor. Han publicado sus resultados en la revista Nature Communications.

©TWINCORE/Carpentier

Imagen microscópica de células infectadas por el VRS. Verde: Proteína RSV-F marcada con GFP en el citoplasma de las células, magenta: proteína RSV-F, azul: núcleos celulares.

Todos los años, en los meses de invierno, se producen oleadas de infección por el VRS. En adultos y adolescentes sanos, la infección suele ser inofensiva. No ocurre lo mismo con los niños pequeños: Alrededor del 1% de ellos que se exponen al patógeno por primera vez enferman tan gravemente que tienen que ser hospitalizados. También puede causar enfermedades graves en adultos mayores de 65 años debido a afecciones cardíacas o pulmonares preexistentes. Las vacunas están autorizadas para las personas mayores y las mujeres embarazadas desde 2023, pero actualmente no existe ninguna terapia directamente antiviral contra el virus RS.

Para descubrir nuevas sustancias activas contra determinados patógenos, los investigadores buscan entre grandes colecciones de sustancias ya conocidas y clínicamente probadas. Este proceso se conoce como "drug repurposing screen" y examina nuevos campos de aplicación de fármacos ya conocidos. El equipo del Instituto de Virología Experimental de TWINCORE, Centro de Investigación Experimental y Clínica de Infecciones, en Hannover, dirigido por Thomas Pietschmann, utilizó este método para buscar en la Biblioteca ReFRAME del Instituto de Investigación Scripps (EE.UU.) posibles nuevos fármacos contra el VRS. Este banco de sustancias contiene alrededor de 12.000 principios activos que están en fase de desarrollo clínico o ya han sido aprobados.

"Para examinar la biblioteca, utilizamos un virus reportero marcado con la proteína fluorescente GFP", explica Pietschmann. "La ausencia de reacción fluorescente en este ensayo indica un efecto antiviral". Al mismo tiempo, también se analizó la toxicidad de todas las sustancias. Sólo se preseleccionan las que no tienen un efecto dañino para las células. Las pruebas se realizaron automáticamente mediante un robot de pipeteo en colaboración con el Instituto de Virología de la Facultad de Medicina de Hannover. "De otro modo, sería casi imposible cribar una colección de varios miles de sustancias", explica Sibylle Haid, científica del Instituto de Virología Experimental y coautora del estudio.

De los 21 candidatos restantes, los científicos se centraron en el principio activo lonafarnib, autorizado para el tratamiento del síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford. Los afectados por esta rara enfermedad genética envejecen prematuramente y mueren antes, de media a los 14,5 años. "El lonafarnib inhibe un paso específico de maduración de las proteínas en la célula", explica Haid, "la farnesilación". Para caracterizar con más precisión el mecanismo de acción contra el virus RS, los investigadores probaron otro inhibidor de la farnesilación llamado tipifarnib y compararon los resultados. "El tipifarnib no funciona contra el VRS", afirma Haid. "A partir de esto pudimos concluir que el efecto antiviral del lonafarnib probablemente no se basa en la inhibición de la farnesilación".

Con la ayuda de sus socios colaboradores Anna Hirsch, del Instituto Helmholtz de Investigación Farmacéutica del Sarre (HIPS), y Thomas Krey, de la Universidad de Lübeck, el equipo pudo dilucidar la estructura molecular del complejo virus-fármaco. El lonafarnib se une a la proteína de fusión del VRS e impide así que el virus se fusione con la membrana de la célula diana. Como resultado, no se pueden infectar nuevas células. En colaboración con colegas franceses, ya se ha demostrado una reducción de la carga viral en el modelo de ratón. "Sin embargo, la dosis de lonafarnib necesaria para la administración oral es muy alta, por lo que también hemos observado efectos secundarios", afirma Pietschmann. "Es concebible que la aplicación local, por ejemplo por inhalación, pueda mejorar la relación entre efecto y efectos secundarios. Esto debe examinarse detenidamente en estudios de seguimiento."

"Con lonafarnib, hemos identificado un candidato interesante para el tratamiento del VSR", afirma Svenja Sake, primera autora del estudio. "Como el fármaco ya ha pasado por todos los ensayos clínicos, la aprobación para la nueva indicación sería mucho más fácil, barata y rápida que para un principio activo completamente nuevo", resume sobre las ventajas de la reutilización de fármacos. "Este estudio es también otro gran ejemplo de trabajo en equipo, como es habitual en ciencia", afirma Pietschmann, director del estudio. "Trabajamos en red con muchos de los socios colaboradores del clúster de excelencia RESIST, por ejemplo".

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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