Las catequinas del té verde favorecen el estrés oxidativo

El té verde se considera saludable y promueve una vida más larga supuestamente debido a su alto nivel de antioxidantes: Los investigadores han puesto en duda las suposiciones anteriores sobre el funcionamiento de estos ingredientes

28.10.2021 - Suiza

Hace tiempo que se sabe que el té verde tiene beneficios para la salud. En concreto, contiene unas catequinas denominadas ECG y EGCG de las que se dice que prolongan la vida. Estas dos sustancias pertenecen al grupo de los polifenoles. Se consideran antioxidantes, lo que significa que contrarrestan o previenen el estrés oxidativo en el cuerpo causado por los agresivos radicales libres del oxígeno.

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Hasta ahora, las investigaciones suponían que las catequinas neutralizaban estos radicales libres y evitaban así el daño a las células o al ADN. Una fuente de radicales libres de oxígeno es el metabolismo; por ejemplo, cuando las mitocondrias -las centrales de la célula- trabajan para producir energía.

Los investigadores de la ETH, dirigidos por Michael Ristow, catedrático de Metabolismo Energético del Departamento de Ciencias de la Salud y Tecnología de la ETH de Zúrich, junto con sus colegas de la Universidad de Jena, han estudiado ahora con más detalle cómo actúan las catequinas en el gusano nematodo C. elegans. Y han llegado a una conclusión diferente y aparentemente paradójica: en lugar de suprimir el estrés oxidativo, las catequinas del té verde lo promueven.

Aumento temporal del estrés oxidativo

En un estudio que se acaba de publicar en la revista Ageing, el equipo de Ristow demuestra que estos polifenoles del té verde aumentan inicialmente el estrés oxidativo a corto plazo, pero que esto tiene el efecto posterior de aumentar las capacidades defensivas de las células y del organismo. Como resultado, las catequinas del té verde provocaron una vida más larga y una mayor aptitud física en los nematodos con los que se alimentaron.

"Eso significa que los polifenoles del té verde, o catequinas, no son en realidad antioxidantes, sino prooxidantes que mejoran la capacidad de defensa del organismo, de forma similar a una vacuna", explica Ristow, líder del estudio.

Sin embargo, este aumento de la capacidad defensiva no se manifiesta a través del sistema inmunitario, sino mediante la activación de genes que producen ciertas enzimas como la superóxido dismutasa (SOD) y la catalasa (CTL). Estas enzimas son las que inactivan los radicales libres en el nematodo; son esencialmente antioxidantes endógenos.

El deporte y la reducción de calorías tienen un efecto similar

A Ristow no le sorprende ver este tipo de mecanismo en funcionamiento. Su grupo de investigación ya demostró en 2009 que la razón por la que el deporte promueve la salud es porque las actividades deportivas aumentan el estrés oxidativo a corto plazo, mejorando así las defensas del organismo. Consumir menos calorías tiene el mismo efecto, como se ha demostrado varias veces en animales. Los ratones alimentados con una dieta reducida en calorías viven más tiempo que los alimentados con una dieta normal alta en calorías. "Así que me pareció lógico que las catequinas del té verde actuaran de forma similar", explica Ristow.

Y añade que los resultados de este estudio se pueden aplicar a los seres humanos. Los procesos bioquímicos básicos por los que los organismos neutralizan los radicales libres del oxígeno se conservan en la historia evolutiva y están presentes en todo, desde la levadura unicelular hasta los seres humanos.

Té verde sí, concentrados no

El propio Ristow bebe té verde a diario, una práctica que recomienda. Pero desaconseja tomar extractos o concentrados de té verde. "A partir de cierta concentración, se vuelve tóxico", dice. Las catequinas en dosis elevadas inhiben las mitocondrias hasta tal punto que se produce la muerte celular, lo que puede ser especialmente peligroso en el hígado. Cualquiera que consuma estos polifenoles en dosis excesivas corre el riesgo de dañar sus órganos.

Aunque la mayor cantidad de catequinas se encuentra en las variedades japonesas de té verde, otros tés verdes también contienen cantidades suficientes de estos polifenoles. El té negro, en cambio, contiene un nivel mucho menor de catequinas, ya que éstas se destruyen en gran medida en el proceso de fermentación. "Por eso es preferible el té verde al negro", afirma Ristow.

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