Un nuevo antibiótico procede de una bacteria patógena de las patatas

Las bacterias asociadas a las plantas son una fuente potencial de antibióticos que podrían utilizarse clínica y agronómicamente

14.10.2022 - Estados Unidos

La creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos ha llevado a los investigadores a buscar nuevos compuestos por doquier. En mBio, un equipo multinacional de investigadores de Europa informa del descubrimiento de un nuevo antibiótico antifúngico denominado solanimicina. El compuesto, aislado inicialmente de una bacteria patógena que infecta a las patatas, parece ser producido por un amplio espectro de bacterias patógenas de plantas relacionadas.

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Según los investigadores, la solanimicina actúa contra una amplia gama de hongos conocidos por infectar y causar estragos en los cultivos agrícolas. En los estudios de laboratorio, el compuesto también actuó contra la Candida albicans, un hongo que se encuentra de forma natural en el organismo pero que puede causar peligrosas infecciones. Los resultados sugieren que la solanimicina, y otros compuestos relacionados, podrían ser útiles tanto en el ámbito agrícola como en el clínico.

Los microbios del suelo, especialmente del filo Actinobacteria, producen la mayoría de los antibióticos terapéuticos que se utilizan hoy en día. El nuevo descubrimiento sugiere que merece la pena examinar más de cerca los microorganismos de origen vegetal, especialmente cuando los cultivos desarrollan resistencia a los tratamientos existentes, afirma la microbióloga Rita Monson, doctora de la Universidad de Cambridge. Dirigió el estudio junto con el microbiólogo molecular Miguel Matilla, de la Estación Experimental del Zaidín del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en Granada.

"Tenemos que buscar de forma más amplia en muchas más poblaciones microbianas de las que disponemos", dijo Monson.

La bacteria patógena de la patata Dickeya solani, que produce solanimicina, se identificó por primera vez hace más de 15 años. Los investigadores del laboratorio del microbiólogo molecular George Salmond, de la Universidad de Cambridge, comenzaron a investigar su potencial antibiótico hace aproximadamente una década.

"Estas cepas surgieron rápidamente, y ahora están ampliamente distribuidas", dijo Matilla.

La solanimicina no es el primer antibiótico descubierto a partir del microbio. En trabajos anteriores, los investigadores descubrieron que D. solani produce un antibiótico llamado oocidina A, muy activo contra múltiples hongos patógenos de las plantas.

Esos descubrimientos anteriores, junto con el análisis del genoma de la bacteria, insinuaron que podría sintetizar otros antibióticos, dijo Matilla, también con potencial antifúngico. Esa insinuación dio sus frutos: Matilla, Monson, Salmond y sus colegas descubrieron que cuando silenciaban los genes responsables de la producción de oocidina A, la bacteria seguía mostrando actividad antifúngica.

Esa observación condujo a la identificación de la solanimicina y a la identificación de los grupos de genes responsables de las proteínas que fabrican el compuesto.

Los investigadores descubrieron que la bacteria utiliza el compuesto con moderación, produciéndolo en respuesta a la densidad celular. Un entorno de pH ácido -como el presente en una patata- también activa el grupo de genes de la solanimicina. Monson dijo que casi parece un mecanismo de protección inteligente.

"Es un antifúngico que creemos que funciona matando a los competidores de los hongos, y las bacterias se benefician mucho de esto", dijo Monson. "Pero no se activa a menos que esté en una patata".

Monson dijo que los investigadores han comenzado a colaborar con los químicos para aprender más sobre la estructura molecular de la solanimicina y entender mejor cómo funciona. Después, ella y Matilla dijeron que esperan seguir probando el compuesto en modelos vegetales y animales.

"Nuestros pasos futuros se centran en intentar utilizar este antibiótico antifúngico para la protección de las plantas", dijo Matilla. El equipo de investigación considera que el descubrimiento es una señal alentadora de que los patógenos de las plantas -como D. solani- podríanser inducidos a producir compuestos que podrían utilizarse contra las enfermedades de las plantas y las personas.

"Tenemos que abrirnos a la exploración de todo lo que hay para encontrar nuevos antibióticos", dijo Matilla.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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