Tijeras genéticas utilizadas con éxito en el laboratorio contra el virus del VIH

Un grupo de investigación y una empresa alcanzan un hito en la lucha contra un virus que desencadena una forma de leucemia

11.04.2023 - Alemania

El HTLV-1 desencadena formas agresivas de leucemia o una enfermedad incurable de la médula espinal que conduce a la parálisis: el virus es el hermano a menudo ignorado pero no menos insidioso del virus VIH que causa el sida y también pertenece a la familia de los retrovirus. Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Dresde, la empresa PROVIREX Genome Editing Therapies y la FAU han aportado una primera prueba de concepto de un posible enfoque terapéutico. Han publicado sus resultados en la revista Molecular Therapy.

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Aproximadamente entre 10 y 20 millones de personas en todo el mundo están infectadas por el virus HTLV-1 y más del 90% de las infecciones se transmiten por contacto sexual o a través de la leche materna. El virus es especialmente común en Japón, Australia central, Sudamérica y partes de África y Oriente Medio.

Para contener el virus, a las madres infectadas en Japón, por ejemplo, se les aconseja reducir la lactancia materna o no amamantar en absoluto, pero este enfoque aumentaría el riesgo de otras enfermedades a veces mortales para los bebés que no son amamantados en las regiones más pobres.

Al igual que el VIH, el virus pertenece a los retrovirus y, además, a los oncovirus causantes de cáncer. Tras la transmisión, se incorpora secretamente al ADN celular de la persona infectada. Allí permanece latente durante décadas, normalmente inadvertido, hasta que provoca una enfermedad grave en hasta el 10% de los portadores: La leucemia/linfoma de células T del adulto, la mielopatía asociada al HTVL-1 y otras enfermedades inflamatorias están todas causadas por el HTVL-1.

El grupo de investigación ha encontrado ahora la forma de enfrentarse al virus HTLV-1: Con la ayuda de unas tijeras especiales para genes, que -a diferencia del conocido método CRISPR-Cas9- se basan en una enzima llamada recombinasa, han conseguido cortar el virus del ADN de la célula infectada en el laboratorio. En las células en las que el virus aún no se había integrado completamente, la recombinasa de diseño (RecHTLV) fue capaz de impedir masivamente la infección.

Lo que ha tenido éxito en el laboratorio requiere ahora una investigación más exhaustiva antes de poder desarrollar un enfoque terapéutico. Pero al menos este éxito es un paso importante en el camino hacia la contención del virus.

"Confiamos en que las tijeras genéticas creadas en el laboratorio puedan seguir desarrollándose a medida que avance nuestra investigación. Ya hemos conseguido mejoras continuas con las recombinasas de diseño en relación con el virus IH; ahora tenemos que seguir adaptando RecHTLV para el virus HTLV-1, que también pertenece a los retrovirus y, por tanto, se comporta de forma muy similar", explica el Prof. Dr. Frank Buchholz de TU Dresden, que desarrolló esta forma de tijeras genéticas.

Aunque un equipo de investigación no consiga de inmediato una curación completa, pueden lograrse éxitos significativos: "Desde mi punto de vista, es importante encontrar una forma de reducir la carga viral en los pacientes. Aunque sólo consiguiéramos esto, se reduciría significativamente el riesgo de que los pacientes se encontraran entre el 10 por ciento de afectados que realmente desarrollan una de las enfermedades graves", explica la PD Dra. Andrea Thoma-Kreß, que participa en el actual proyecto de investigación en el Instituto de Virología Clínica y Molecular de la FAU. "El riesgo de transmisión a través de la leche materna también disminuiría al reducirse la carga viral".

Tampoco hay que descuidar el aspecto psicológico: "Incluso el hecho de saber que se está infectado provoca un estrés psicológico grave", afirma la Dra. Andrea Thoma-Kreß, doctora en DP. "Al fin y al cabo, los pacientes viven toda su vida bajo la amenaza de un posible brote de una enfermedad". El conocimiento de una terapia potencial podría hacer maravillas en este caso.

La enzima RecHTLV ya puede producirse en condiciones de laboratorio. Se introduce en las células infectadas mediante vectores. Allí, se dirige a dos secuencias de ADN muy específicas e idénticas del virus que se encuentran en la unión entre el virus y el ADN humano. La recombinasa corta estas secuencias, invirtiendo así la integración. Cuantas más células puedan tratarse con este proceso, mayores serán las posibilidades.

"Consideramos que los experimentos actuales son una prueba de concepto prometedora", explica Thoma-Kreß. "Somos conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer aquí, sobre todo porque hay que tener en cuenta el entorno de integración del virus y similares. Pero estos primeros éxitos nos motivan para seguir adelante hasta tener el HTLV-1 bajo control."

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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