Algunas células cancerosas podrían no ser tan inmortales como se pensaba

Los investigadores utilizan la levadura de panadería para estudiar posibles dianas para combatir las células cancerosas

16.12.2022 - Alemania

Científicos de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU) y del Instituto de Biología Molecular (IMB) de Maguncia podrían haber descubierto nuevos conocimientos sobre el modo en que las células cancerosas regulan los extremos de sus cromosomas, llamados telómeros. Ciertos tipos de cáncer utilizan un tipo específico de regulación de los telómeros denominado ALT, que se creía que les permitía convertirse en inmortales. El profesor Brian Luke y su grupo descubrieron que las células ALT en realidad pueden sufrir senescencia, lo que podría significar que son vulnerables a los fármacos diseñados para matar las células senescentes. Este hallazgo podría abrir el camino a nuevas terapias para ralentizar o detener el crecimiento de las células cancerosas ALT.

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El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte y una de las enfermedades más difíciles de tratar. La causa fundamental de todos los cánceres es el crecimiento incontrolado de células cancerosas, que se multiplican rápidamente hasta formar grandes tumores que se extienden por todo el cuerpo, causando enfermedad e incluso la muerte. La razón por la que las células cancerosas crecen tan rápidamente se debe en parte a su capacidad para alargar los extremos de su ADN, que reciben el nombre de telómeros.

Cuando las células normales y sanas se dividen, los extremos de sus cromosomas se acortan con cada división. Finalmente, se acortan tanto que la célula detecta un problema y deja de dividirse. Esta interrupción de la división celular se denomina senescencia replicativa y es un importante mecanismo de seguridad que impide que las células se vuelvan cancerosas.

Las células cancerosas burlan el mecanismo de seguridad

Sin embargo, las células cancerosas se las arreglan para encontrar la forma de eludir este mecanismo alargando sus telómeros e impidiendo que se acorten. Esto les permite seguir dividiéndose y proliferar más allá del límite normal, convirtiéndose en inmortales. La mayoría de los cánceres lo hacen activando un factor llamado telomerasa, que añade más ADN telomérico a los extremos de los cromosomas, mientras que alrededor del 15 por ciento de los cánceres activan un mecanismo alternativo llamado ALT, abreviatura de Alargamiento Alternativo de Telómeros, en el que la célula utiliza sus propios telómeros existentes como plantilla para hacer más copias de ADN telomérico.

Anteriormente, los científicos pensaban que el ALT permitía a las células cancerosas convertirse en inmortales, es decir, que podían crecer y dividirse para siempre. Sin embargo, el profesor Brian Luke y su equipo han descubierto en su estudio más reciente que no es así. Su laboratorio utiliza levadura de panadería para estudiar cómo funciona la ALT. "En determinadas condiciones, las células de levadura pueden alargar sus telómeros de forma casi idéntica a las células cancerosas ALT. Las llamamos levaduras ALT", explicó. Stefano Misino, antiguo estudiante de doctorado en el laboratorio de Luke, añadió: "Descubrimos que las levaduras ALT sólo parecen inmortales si las cultivamos como una población mixta de células con diferentes longitudes de telómeros. Sin embargo, cuando aislamos y cultivamos células de levadura ALT individualmente, pudimos ver claramente que empezaban a crecer cada vez más despacio tras múltiples divisiones celulares." Los telómeros de estas células individuales de levadura ALT también se acortaron con el tiempo.

Esto indica que las células que mantienen sus telómeros con ALT siguen sufriendo senescencia replicativa, y de hecho puede que no sean inmortales. Se trata de un hallazgo muy interesante, ya que si las células cancerosas ALT sufren senescencia, podrían tratarse con nuevos fármacos que destruyan específicamente las células senescentes.

Además, el profesor Brian Luke y su equipo descubrieron que una molécula de ARN llamada TERRA, que se produce en los telómeros, puede controlar la tasa de senescencia en las células de levadura ALT y parece afectar a la rapidez con que se acortan los telómeros. Espera que estos nuevos hallazgos allanen el camino hacia nuevas estrategias para tratar el cáncer. "Si logramos descubrir una forma de manipular el ARN, podríamos aumentar las tasas de senescencia en estas células ALT para ralentizar o incluso detener su crecimiento".

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