VIAFLO

Las pipetas electrónicas monocanal y multicanal de INTEGRA pueden ayudar a los laboratorios a incrementar la precisión y exactitud, mejorando la ergonomía mientras se ahorra tiempo y se reduce costos.

 El sistema de pipeteo perfecto

Las pipetas electrónicas VIAFLO pueden incrementar la productividad y el rendimiento, y ofrecer una mejora muy importante de la ergonomía, en comparación con los tediosos y laboriosos procesos de pipeteo manual. Estas pipetas están disponibles en presentaciones de un solo canal, de 8, 12, y 16 canales, y se controlan por una interfaz de rueda táctil muy intuitiva, evitando de esta manera la necesidad de presionar repetidamente los botones o girar los pistones para modificar el volumen. Programas de pipeteo automáticos preestablecidos permiten obtener protocolos estandarizados, mejorando así la reproducibilidad al prevenir la variabilidad interoperador y minimizando los errores manuales. Los usuarios además pueden definir paso a paso programas personalizados, incluyendo la aspiración, dispensado, mezclado y mucho más, simplificando protocolos de pipeteo complejos y asegurando que se sigan todos los procedimientos estandarizados de operación desde el principio hasta el final. Estos programas personalizados pueden ser creados y guardados directamente en la pipeta, o en un ordenador utilizando el software complementario VIALINK de gestión de pipetas. Las pipetas electrónicas VIAFLO también son compatibles con los robots ASSIST y ASSIST PLUS de INTEGRA, para lograr una automatización inmediata de las tareas de pipeteo.

 Puntas perfectamente colocadas

INTEGRA diseñó las pipetas VIAFLO y las puntas  GripTips como un conjunto, resultando en un sistema de pipeteo perfectamente adaptado. Este diseño único significa que las puntas siempre estarán firmemente colocadas y perfectamente alineadas, obteniendo resultados de precisión y exactitud mucho mayores. Las puntas GripTips encajan en la pipeta con un esfuerzo mínimo, proporcionando una conexión segura, por lo que ya no tendrá que martillar las puntas para colocarlas, o preocuparse de que se aflojen, goteen o incluso se caigan de la pipeta.