Nuestro sueño demuestra lo arriesgados que somos

24.03.2022 - Suiza

Cada persona tiene su propio perfil de sueño, que puede identificarse por la actividad eléctrica del cerebro durante el sueño. Investigadores de la Universidad de Berna han demostrado ahora que las ondas cerebrales durante los periodos de sueño profundo en una zona específica del cerebro pueden utilizarse para determinar el grado de propensión al riesgo de un individuo durante su vida cotidiana.

Unsplash

Imagen simbólica

Cada día tomamos innumerables decisiones en las que asumimos diferentes riesgos: en el tráfico rodado, al comprar acciones o en nuestro comportamiento sexual, por ejemplo. La propensión al riesgo varía de un individuo a otro. Investigadores dirigidos por Daria Knoch, catedrática de Neurociencia Social de la Universidad de Berna, han demostrado que se pueden obtener pistas en el cerebro sobre la propensión al riesgo de un individuo mientras duerme: "Cuanto menos ondas lentas tenga un individuo sobre su corteza prefrontal derecha durante el sueño profundo, mayor será su propensión al riesgo. Entre otras funciones, esta región del cerebro es importante para controlar los propios impulsos", explica el neurocientífico. Los resultados se han publicado recientemente en la revista "NeuroImage".

Alta densidad de datos e investigación del sueño en el domicilio del participante

Las ondas lentas se producen durante el sueño profundo e indican una buena calidad y regeneración del sueño. La distribución topográfica de las ondas lentas en el cerebro es muy individual y muy estable en el tiempo; esto significa que cada individuo tiene su propio perfil neuronal de sueño. Para determinar si este perfil revela algo sobre la propensión al riesgo de un individuo, el equipo de investigación estudió a 54 "buenos durmientes", que suelen dormir entre siete y ocho horas. Estos fueron identificados mediante actigrafías, que rastrean los patrones de movimiento durante el sueño. Porque: "El perfil individual de ondas lentas sólo puede interpretarse correctamente durante el sueño normal", explica la directora del estudio, Lorena Gianotti.

En el siguiente paso, los datos del sueño se recogieron en el domicilio de los participantes mediante un sistema polisomnográfico portátil con 64 electrodos colocados en el cuero cabelludo. "La medición imperturbable de la actividad cerebral durante el sueño en un entorno familiar y la alta densidad de datos recogidos por los 64 electrodos son bastante raras como constelación en la investigación del sueño. Esto permite que los participantes duerman de forma natural y nos permite recoger una gran cantidad de datos", explica la estudiante de doctorado y primera autora, Mirjam Studler.

Menos sueño profundo en el córtex prefrontal derecho

Y estos datos son muy significativos: los participantes que muestran una menor actividad de ondas lentas en su córtex prefrontal derecho suelen mostrar una mayor propensión al riesgo que los individuos con más actividad de ondas lentas. La propensión a asumir riesgos se elicitó en un juego de ordenador en el que podían ganar dinero real: los participantes tenían que decidir hasta dónde conducirían un coche sabiendo que en algún momento aparecería un muro con el que el coche chocaría. Cada metro conducido les hacía ganar más dinero, pero también aumentaba el riesgo de chocar.

"Curiosamente, la duración del sueño no tuvo ningún impacto en cuanto a la propensión al riesgo, al menos en nuestro estudio con buenos durmientes. Más bien, es crucial que el sueño profundo tenga lugar en las regiones cerebrales "correctas", en este caso, en la corteza prefrontal derecha", explica Lorena Gianotti.

Posibles implicaciones

Las investigaciones sobre economía de la salud han demostrado que los comportamientos de riesgo pueden tener consecuencias tanto sanitarias como económicas considerables. Por ello, según los investigadores, es importante comprender mejor los mecanismos que subyacen a la propensión al comportamiento de riesgo. "Nuestros hallazgos pueden incorporarse a intervenciones específicas. Los investigadores del sueño están desarrollando ahora técnicas para modular específicamente las ondas lentas", afirma Daria Knoch.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

Publicación original

Más noticias del departamento ciencias

Noticias más leídas

Más noticias de nuestros otros portales

Lucha contra el cáncer: últimos avances y progresos