Científicos del ARS explican el ciclo de vida del virus de la fiebre catarral maligna

08.04.2010 - Estados Unidos

El misterioso ciclo de vida del virus que causa la fiebre catarral maligna (FCM) del ganado ovino ha sido descubierto por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores universitarios — el primer paso hacia el desarrollo de una vacuna contra la enfermedad.

Microbiólogo Hong Li y medica veterinaria oficial Naomi Taus con la Unidad de Investigación de Enfermedades de Animales, mantenida por el ARS en Pullman, Washington, colaboraron en la investigación con Lindsay Oaks de la Universidad Estatal de Washington y Donal O'Toole de la Universidad de Wyoming.

FMC, la cual es una infección viral que es una causa principal de enfermedad en el bisonte americano, típicamente se transmite del ganado ovino al bisonte y al ganado bovino. El desarrollo de vacunas ha sido frustrado porque el virus no crece en cultivo celular.

Los científicos del ARS y sus colegas universitarios han mostrado que el virus pasó por varios cambios dentro del cuerpo del animal, estableciéndose en tipos específicos de células durante diferentes etapas de su propio ciclo de vida. Este proceso se llama cambios del tropismo celular.

La replicación viral dentro del ganado ovino se puede dividir en tres etapas: la entrada, el mantenimiento, y la excreción del virus. El virus entra en el ovino por los pasajes nasales y se mueve a los pulmones, donde se reproduce. La reproduccion en el pulmón del ovino es necesario para la próxima etapa de los cambios del tropismo celular del virus: la infección de los linfocitos, los cuales son un tipo de célula inmunitaria.

Durante esta etapa de mantenimiento, el virus se queda en los linfocitos que circulan por el cuerpo entero, con poca reproducción. Este tipo de infección se llama una infección latente. Durante la etapa de excreción del virus, el virus se activa de los linfocitos infectados y se establece en células específicas en el área nasal para completar su reproducción. Luego el virus se excrete por las secreciones nasales del ovino.

Con la mejor comprensión de estos cambios en el virus, los científicos pueden comenzar a encontrar los tipos correctos de células para crecer el virus en cultivo celular, según Li.

Lea más sobre esta investigación en la revista Agricultural Research de abril del 2010.

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